Vista la necesidad de contar con mayores contingentes de tropas disciplinadas que actuasen como punta de lanza dentro del territorio del Protectorado, e inspiradas en los Tirailleurs Indigénes del Ejército francés, el 30 de junio de 1911 se constituye el primer Tabor (equivalente a un batallón pequeño) compuesto por naturales del territorio.
Con un comienzo tan modesto, las Tropas Regulares Indígenas enseguida destacaron por su bravura, alcanzando la nada desdeñable posición de ser, hoy en día, la unidad más condecorada del Ejército español.
Conocidos desde sus inicios como Regulares, su característico uniforme color garbanzo, las fajas de color distintivo según el Grupo, turbantes y tarbuch conformaron la silueta de uno de los pilares del Ejército de África.
Enseguida se incorporaron unidades montadas, y poco a poco su número se fue incrementando hasta llegar, en 1927, a estar constituidas por cinco Grupos, contando cada uno con tres Tabores de infantería y uno de Caballería (el 4º Grupo –Larache- tenía cuatro Tabores de infantería debido a la extensión del territorio a su cargo).
Su máxima expansión la alcanzaron durante la guerra del 36-39, donde llegaron a contar con 54 tabores de Infantería y 5 de caballería.
(- Soldados de infantería de Regulares con chaqueta (4 miniaturas con doble opción de cabeza con tarbuch y turbante)
Con este uniforme combatieron en los meses cálidos durante la Guerra Civil, por lo que también pueden utilizarse en este conflicto.
